Capítulo II:Dulzura

6:09 0 Comments A+ a-


Me desperté con sus leves ronquidos. Mi padre alzó una ceja sentado en el sofá que había frente al nuestro, una mirada que me hizo levantarme lentamente y zarandear a mi peculiar almohada, que se removió y miró la escena con precaución.


-Mamá te ha preparado el desayuno, te está esperando en la cocina.


-¿Vamos a desayunar? –Miré a Jake que seguía mirando fijamente a mi padre-. ¿Jake?


-Adelántate, creo que tu padre está esperando que le cuente algo… ¿me equivoco? –Mi padre negó muy serio, tanto que temí que fueran a discutir. Miré con terror a Jake-. Ve, no pasa nada…


-Vale…



Salí del salón mirando a mi padre que parecía preocupado y a Jake, que tenía una sonrisa extraña dibujada en su rostro, una sonrisa que me provocó un ligero escalofrío.


Cuando llegué a la cocina mamá encendió la radio, dejándome sorda literalmente. Tenía claro que iban a hablar de algo que no quería que me enterase. Minutos después mi padre apareció como un tornado y apagó la radio mientras me dedicaba una enorme sonrisa. No entendía nada, pero parecía que él y Jake estaban de buen humor.


-Hum… -Jake mordió la tortita que tenía clavada en mi tenedor y me dedicó una sonrisa que hizo que mi estómago saltara dentro de mí-. Hoy te llevo yo al colegio, ¿vale? Aunque tendrás que abrigarte un poco…


-¿Abrigarme?


-Edward le ha pedido la moto a Jasper para que vuelva a casa… así que iremos motorizados… ¿Te parece bien?


-¿En serio? –Miré sorprendida a Jake y luego a mis padres, que estaban abrazados mirándome con impaciencia. Mi padre nunca me había dejado montar en moto, ni sola ni con nadie de la familia, lo que me hizo sentirme eufórica-. No me parece bien… ¡me parece genial!



Me levanté y abracé a mis padres que rieron al igual que Jake, al que observé comerse mi desayuno con una enorme sonrisa. Las risas de mi padre cesaron y mamá la aumentó mientras Jake bajaba la vista al plato y masticaba evitando otra risotada e incluso juraría que se sonrojó.


-Voy a vestirme…


-Sí… -el tono de mi padre era extraño-. Será lo mejor…



Subí y me puse unos pantalones negros con una camiseta gris de tirantes. Cuando bajé mi padre me miró de un modo extraño y se acercó a mí.


-Tienes una chaqueta al lado de la moto y un casco, los que le regalé a tu madre… úsalos, no quiero que te hagas daño, ésa es la condición.


-Papá…


-Eso o andando…


-Vale, me lo pondré…



Salí fuera donde Jake y mi madre hablaban animadamente sobre algún recuerdo de cuando ella era humana. Mi padre cogió mi mano y me llevó hasta la moto, soltando mi mano y abrazando a mamá de ese modo tan tierno que me hacía sentir que sobraba.


-Vamos Jake… no quiero que empiecen con los besitos… -Jake rió sonoramente mientras mi madre sonreía de un modo que me recordaba a mi sonrisa cuando algo me avergonzaba, estaba claro que lo había heredado de ella-. Ser buenos…


-Espera… -Mi padre se esfumó y apareció con la chaqueta y el casco-. Un trato es un trato…


-Pero la chaqueta no es necesaria… no hace frío… -Su mirada me hizo ponérmela y él la abrochó hasta arriba, resoplé mientras Jake reía y se montaba en la moto. Papá me puso el casco y abrió el cristal, algo que agradecí porque aquello daba demasiado calor-. ¿Ya?


-Estás perfecta…


-Eso me recuerda a algo… -mi madre abrazó a mi padre de modo que rodé los ojos y subí a prisa a la moto-. Cuídala Jake…


-Sabes que lo haré…


-Más te vale, perro…



Jake encendió la moto justo cuando mi padre dijo su última palabra, volviéndose a mí y guiñándome un ojo. Reímos y aceleró, lo que hizo que me agarrase a él rápidamente. Él rió ante el susto que me había dado y corrió por la carretera hasta que llegamos a Sequim. Agradecí que mis padres y yo viviéramos más alejados que mi familia de Sequim. Me agarré fuerte a Jake y le grité que parase señalando la mansión de mis abuelos. Aún era pronto para ir a clase.


Cuando bajé estaba realmente acalorada. Me quité el casco rápidamente y sacudí mi pelo, algo húmedo ahora por el calor que me había dado el casco. Tiré de la cremallera de la chaqueta y la saqué de un tirón mientras veía a Jake riendo en la moto y negando con la cabeza mientras bajaba.


-Buenos días cariño… -Rose se volatilizó a mi lado-. Perro…


-Barbie…


-Sois como niños… -resoplé, pero antes de terminar estaba en el aire-. ¡Emmett!



Tío Emmett me llevó casi volando a casa, donde Alice me miró apática por mi vestimenta y mi abuela me besó de ese modo que me hacía sentir la niña más mimada del planeta. Jasper me esperaba sentado con una sonrisa en el sofá, así que corrí y salté sobre él. Carlisle revolvió mi pelo así que me encaramé a su cuello dándole un enorme beso que fue correspondido del mismo modo.


-¿Cómo vienes tan pronto?


-El perro la ha traído en moto… -Mi abuela la miró con desaprobación por el apelativo-.


-Rose…


-No te preocupes Esme… sabes que no me ofendo…


-Jacob… -mi abuela sonrió amablemente-. ¿Habéis desayunado?


-Sí abuela… Me iba ya al instituto, pero he decidido daros los buenos días… sólo quería saludaros y pedir un favor a Alice…


-Ya está hecho… -Sonrió mientras me besaba la coronilla-. Sólo quedan un par de bordados que quiero hacerle y lo tendrás en tu casa esta noche…


-Gracias…


-¿Tienes que volver ya, Jacob?


-Depende…


-Es por tomarte medidas para el traje…


-Entonces es urgente que me vaya… -Toda la familia rió la broma aunque Alice frunció el ceño-. Además, Nessie llegará tarde si no salimos ya…


-Bueno, creo que me puedo hacer una idea de tus medidas… espero no fallar…


-Tú nunca fallas, Alice… -la abracé y le di un beso en la mejilla que le hizo sonreír-. Nos vemos por la noche…



Me despedí de todos y salimos hacia la moto. Dejé la chaqueta bajo el asiento, aunque Jake me obligó a ponerme el casco. Monté de nuevo y arrancó del mismo modo, pero el tacto de la piel de mi brazo contra el suyo hizo que una pequeña descarga recorriera todo mi cuerpo. La moto se desvió ligeramente y Jake la controló enseguida, pero eso me llamó la atención.


Esto se repitió cada vez que nuestra piel se rozaba, algo que comenzó a parecerme divertido pero a él no tanto, dado que tras la quinta vez paró la moto a la entrada de Sequim. Me eché un poco para atrás y él posó su cabeza sobre el manillar.


-¿Te encuentras bien?


-Ponte la chaqueta, por favor…


-Pero… -No levantó la cabeza del manillar, así que me bajé de la moto y él bajó por el otro lado. Saqué la chaqueta y me la puse, mirando cómo parecía contrariado-. ¿Qué pasa?


-Yo… -se volvió serio y torció el gesto-. No importa…


-¿Es por los calambres?


-Yo… -meditó y sonrió-. Algo así…


-Nunca había pasado antes… -Su gesto se torció en una mueca extraña-. ¿Tan fría estoy?


-¿Qué? –Él estalló en carcajadas y me recolocó el casco que debía estar torcido-. Anda vamos…


-No… -le miré enfadada-. Estoy harta de que me ocultéis cosas…


-Todo a su tiempo… -dijo montando en la moto-. Vamos, no quiero que llegues tarde…


-¡Te odio!


-Claro…



Seguimos el camino yo enfadada y él sonriente, pero cuando llegábamos la furia que sentía era distinta, de hecho dudaba que fuera furia, pues aquellas extrañas cosquillas de mi estómago resurgían con fuerza. Cuando llegamos él bajó antes de la moto y me ayudó a bajar, aunque yo me negué y bajé por el otro lado. Me apoyé en la moto intentando parecer enfadada, pero algo en mi visión me hizo sentir completamente desdichada. George me miraba desde el banco sentado al lado de Giselle que conversaba con sus amigas, más bien perros falderos. Jake había rodeado la moto y me miró apoyado en el manillar.


-Creo que ha salido perdiendo con el cambio… -Se apoyó en la moto a mi lado con una extraña mueca, sonreía pero su mirada estaba llena de furia-. Pero por una parte me alegro…


-No te entiendo…


-Nessie… -me miró y su sonrisa ahora cambió su mirada a una más dulce. Negó sonriente y posó sus manos a los lados de mi cabeza, sacándome el casco. Me miró algo confuso y acarició mi pelo-. ¡Vaya pelos!


-¡Idiota! –Le pegué flojo y me reí con él-. ¿Qué ibas a decir?


-No sé… -Sacudió su cabeza y miró a George-. Sí… que me alegro de que ese estúpido haya errado en su decisión.


-¿Te alegras de que me haya dejado?


-Sí y no… -Alcé una ceja con una cara extraña, posiblemente triste-. No me alegro por el simple hecho de que eso te hace sufrir, si fuera sólo por eso sería capaz de morderle… pero me alegra que ya no estés con él…


-¿Quieres que esté soltera siempre?


-Bueno… -sonrió apenado-. Si es capaz de dejarte por una estúpida como esa… prefiero que estés sola… aunque bueno… -torció el gesto y me miró divertido a punto de reír-. Siempre puedes recurrir a algún viejo pretendiente con el que querías casarte…


-Ya… -ambos reímos y miré a George para después mirarle a él-. ¿Sabes? Creo que tienes razón…


-Siempre la tengo… -dijo pagado de sí mismo-.


-¡Qué tonto eres a veces! –Suspiré-. Creo que es mejor así… no creo que realmente estuviera enamorada de él, ni siquiera he sido capaz de besarle de ese modo que se besan papá y mamá…


-¡Uh! –Se estremeció y me miró asqueado-. No me hagas imaginar cómo se besan Bells y tu padre, ¿vale? No es sano para mí…


-¡Jake! Estoy hablando en serio…


-¡Y yo!


-¡Jo! Ya sabes a lo que me refiero… a un beso de verdad, con alguien de quien estás realmente enamorado, esos besos que salen en las películas…


-¿Esas que me obligáis a ver?


-Sí… me gustaría tener un beso así… aunque digas que soy una cursi y todas esas cosas… Sabes que nunca he sentido con él eso que describen en las películas, ese amor tan puro… No creo realmente ni que exista… -El timbre sonó y resoplé, él fulminaba el suelo serio-. ¿Te veo mañana?


-Como siempre… -Sonrió de modo extraño y me marché-.



Cuando estaba a dos pasos de las escaleras una mano cálida tomó la mía. Me giré y él me miraba del mismo modo, pero pronto relajó la mirada a una más dulce y sonrió, peinándome con la otra mano mientras no soltaba la otra. Su sonrisa hizo que esas descargas fueran más fuertes por nuestras manos unidas.


-Estoy seguro de que existe, o al menos existirá algo así en tu vida.


-Jake…


-Hazme caso. No te anticipes, eres muy pequeña para entender todas esas cosas y todos los que te rodean demasiado críos para apreciar… -dudó y algo me hizo entristecer. El tomó mi barbilla y puso sus ojos a la altura de los míos-. Si alguno de ellos pudiera ver lo que yo veo en ti, se estarían pegando sólo por tomarte de la mano como estoy haciendo yo ahora…


-Jake…


-En serio… créeme…


-No sé… -Sus labios dibujaron una sonrisa digna de el hermano mayor consolando a la pequeña-. Gracias por intentar consolarme siempre…


-Te lo he dicho millones de veces… cuando quieras, donde quieras y para lo que quieras.


-¿Estás seguro de eso? –Mi mirada debió ser pícara, pues se alejó ligeramente y me miró con perspectiva-. Quiero ahora, quiero heladería… quiero hacer pellas.


-Ness…


-¡Por favor! –Puse morritos y él puso esa cara de “porqué me haces esto”, sabía que cinco segundos más y estaría disfrutando de una mágicas pellas-. ¿Si?


-No… no puedo, en serio. Tienes que ir a clase, no me hagas esto…


-¡Jo! –Puse morritos de nuevo-. ¿Por favor?


-No me chantajees con esa cara… -se alejó de mí y me señaló con el dedo, pero nuestras manos unidas aún-. Tus padres me colgarán y yo mismo querré hacerlo…


-¡Pero si todo lo que voy a dar ya me lo sé! –Tiré de su mano levemente-. ¡Por favor! O se lo pediré a cualquier chico…


-Eso es un golpe bajo…


-Yo preferiría ir contigo… Sé bueno…


-Si fuera bueno, como supuesto tío o primo o lo que sea… debería darte una patada y meterte en clase…


-Pero como buen amigo sabrías que hacer pellas de vez en cuando es bueno… ¿sí?


-¡Puf! –Miró la puerta ya vacía-. Creo que no llegas de todos modos… un helado y a clase…


-¡Genial! –Tiré de su mano y le abracé-. ¡Gracias!



Fuimos a la heladería y él pidió la tarrina más grande para él y una pequeña para mí. Después me llevó de vuelta a clase pero había perdido cuarenta minutos de la segunda hora, así que decidí que sería mejor entrar a tercera. Él rodó los ojos y cruzó sus brazos sentado en la moto con mirada de reproche.


-¡Vamos! No te pongas a refunfuñar…


-Ya te vale…


-Era yo la que estaba enfadada, así que no cambies los papeles… siempre me haces lo mismo y me sienta fatal…


-¿Estabas enfadada conmigo?


-¡Si!


-¿Qué te he hecho yo?


-Ocultarme cosas… -Se hizo el sorprendido pero no coló-. Las conversaciones con papá, el no contestarme a las cosas que te pregunto…


-Tú también tienes secretos que no me cuentas… -alzó una ceja sonriente que me hizo sentir esas cosquillas de nuevo-. ¿No?


-Pero eso es distinto…


-Pero si tú tienes secretos… también puedo tenerlos yo, ¿no?


-¡Jake! –Negué y me alejé-. ¡Nos vemos mañana!


-¡Eh! –Aferró mi mano de nuevo y me miró sonriente-. Si tú me cuentas tu secreto yo te cuento el mío…


-No puedo… -entristecí- además es una tontería…


-Bueno… -Rodó los ojos y negó con la cabeza-. Prometo que te lo contaré pronto, pero no me fastidies la sorpresa… -Le miré apenada-.


-¿Qué hablabas con mi padre?


-Le he contado que… -bufó-. Le he dicho que estaba enamorado y él me ha aconsejado que me declare, pero no sé cómo lo haré, por eso estoy tan… ido.


-¿Estás… -algo se rompió dentro de mí- enamorado?


-Mucho… -sonreía de un modo que nunca había visto-. Demasiado, quizá…


-¿La conozco?


-No pienso decirte ni una sola palabra más… -sonó el timbre en ese preciso momento-. Debes ir a clase… Nos vemos mañana…


-Te odio…


-Lo sé… -besó mi frente con una sonrisa arrebatadora que me hizo sentir peor-. Hasta mañana…



Todo el día fue pésimo. Me sentía sola ahora que todos me miraban como a la chica a la que George había dejado. La mañana fue extraña, me alegré de ver a Jake, pero algo me hacía sentirme estúpida allí… y la cosa no mejoraba en clase. El jueves por la tarde me fui con Alice a Seattle, estuvimos mirando complementos para el vestido, todos plateados lo que no me dejó claro el color del vestido. Cuando llegué a casa me puse a buscar canciones de amor en Internet, todas me hacía pensar en él. Sobre todo una. Fallin for you.



El viernes Jacob no vino a desayunar, lo que me sumió en una mayor apatía. Ayer había hablado de que quería decirle a la chica todo este fin de semana, lo que mi padre y mi madre aprobaron e incluso yo aprobé, pero con una apatía que creo se reflejó en mi voz. Cuando volví a casa Jake ya había llegado y parecía deslumbrar con esa felicidad que emanaba.


-¡Nessie! –Me cogió por los aires y yo intenté sonreír-. ¿Qué tal las clases?


-Bueno… agotadoras… ¿Tú que tal?


-¡Genial!


-¿Ya se lo has dicho a la chica y te ha dicho que sí?


-No… pero tengo todo preparado… mañana por la mañana… -Su sonrisa era enorme-. A no ser que al final ella se arrepienta y no quiera acompañarme…


-Me alegro… -intenté poner mi mejor sonrisa y como vi que no iba a poder le abracé-. Debo ir a cambiarme, Alice llegará en una hora…


-Sí, lo sé… me da miedo.



Me reí desganada y subí a mi habitación preparé la ropa para darme un baño y pude oír a mi tía Alice arreglando a Jake para el baile. Salí con mi pijama puesto con pocas ganas de ir al baile… quizá debería contarle qué me está pasando, quizá sea verdad que estoy enamorada de él y ahora puede que lo pierda por culpa de esa estúpida mujer que le ha enamorado.


Salí en chándal y el timbre sonó. Bajé las escaleras desganada y abrí con una cara completamente apática, que cambió a sorpresa cuando vi a George trajeado en mi puerta.


-¿Qué haces aquí?


-Yo… te dije que iría al baile contigo, te lo había prometido…


-Pero el lunes me dijiste que ibas a ir con Giselle…


-Pero he decidido que con la chica con la que debo ir es contigo, no con ella… es una cría estúpida… -mi padre bufó desde el salón pero Alice y mi madre le retenían. Alice parecía asustada por lo que pensé la razón por la que mi padre se había puesto así-. ¿Nessie?


-Giselle te ha dejado plantado, ¿cierto? –Mi padre gruñó bajito y la cara de George se descompuso-. Por eso quieres que ahora yo vaya contigo…


-Creo que deberías irte, ella tiene quién le acompañe… -su mano cálida me aferró por la cintura, levantando ligeramente mi camiseta y tocando con sus delicados dedos mi piel. Miré su rostro lleno de furia, su mandíbula tensa y aún con todo ello me parecía estar viendo al hombre más atractivo del mundo-. Se hace tarde.


-Oye… Jacob… -Las pocas veces que ellos dos habían estado juntos había quedado claro que lo hacían por mí, así que la hostilidad ahora era mucho más evidente. La mirada de Jacob se hizo más violenta y George dio un paso en dirección a la calle-. Creo que será mejor que me vaya… pero si quieres un consejo… no pierdas el tiempo con ella, es una estrecha y una cría…



En ese momento Jacob soltó mi cintura y no pude ver qué pasaba exactamente ya que cerré los ojos. Cuando me di cuenta mi padre agarraba a Jacob dos pasos detrás de mí y mamá y Alice se interponían para que no salieran. George se echó a correr sujetándose la cara amoratada, mi padre seguía gruñendo y Jacob convulsionando.


-Alejaros… -su voz me dio miedo-. Dejadme salir…


-Jake, no puedes hacerle daño…


-Bells… -miró a mi madre de modo que me apartó de la puerta y la abrió para dejar salir a mi padre y a Jake. Les seguí a los dos que iban en dirección contraria a la de George-. Nessie, márchate…


-Pequeña… -mi padre le sujetaba-. Hazme caso, confía en mí… es mejor que nos dejes a solas, ¿vale?



Asentí y me fui para ser recogida por los brazos de mi tía Alice y mamá. Me llevaron a mi cuarto y no dejé que me hicieran nada antes de que Jake volviera. Me encerré en mi cuarto y me tumbé en la cama llorando. Me sentía humillada y temerosa de que el secreto de mi familia estuviera al descubierto. Mi padre entró y me explicó que Jake había ido a dar un paseo con mamá para calmarse, pero que George no había sospechado nada, ya que con el tamaño de Jacob era factible que un derechazo así le hubiera roto la mandíbula tranquilamente.


Cuando me calmé un poco más dijo algo que me desconcertó.


-Deberías mostrarle la canción que has estado tarareando todo el día en tu cabeza…


-Pero él está enamorado de otra chica…


-Bueno… quizá eso le haga cambiar de opinión… no sé…


-¿Desde cuando tú no sabes algo?


-Desde que mi hija ha pasado de ser una niña con un hermano mayor a ser una adolescente que se pica clases con su mejor amigo y se enamora de él… Tranquila, yo no le diré ni una palabra de esto…


-Eso espero…


-Ya vuelven…



Me tumbé e intenté calmarme, pero las palabras de mi padre me hicieron ponerme aún más nerviosa y comencé a llorar de nuevo. Él se acuclilló frente a mí y acarició mi rostro.


-Siento haberme portado así, pero es que ese chico me saca de mis casillas… no puedo dejar que diga eso y se quede tan pancho… es un desgraciado y ya que no puedo morderle…


-Jake…


-Lo sé… debo controlar mi furia, pero es que entiende que se lo merecía…


-No Jake, quiero hablarte de algo…


-¿Acaso querías ir con él? –Su rostro se tornó dolorido-. Si es eso, sabes que soy capaz de disculparme y hacer que vuelva…


-¡Jake! ¡Vale! No pasa nada… -me miró apenado-. Olvídalo…


-Bueno… ¿Te espero abajo?


-Sí… no quiero llegar tarde al baile…



Él se fue y mi madre y Alice aparecieron por allí tirando de mí y arreglándome el pelo, llenándolo de horquillas y mi rostro con sombras y brillo de labios. Pronto me vi envuelta por una tela que marrón rojiza parecida al pelaje de Jake, lo que me hizo reír. Cuando me miré al espejo mis ojos llevaban un ahumado en colores marrón y mis labios brillaban en un tono más claro. El vestido llevaba la cintura ceñida con bordados marrones oscuros y el pecho con bordados rojo pasión y el resto se amoldaban perfectamente a mis curvas realzándolas. No me parecía aparentas los quince como lo hacía de normal, parecía ligeramente mayor. Eso me consoló ligeramente.


Cuando bajé las caras de mi padre y de Jacob eran todo un poema, así que me di por satisfecha mientras Jacob tragaba en seco y me ofrecía su brazo para terminar de bajar las escaleras. Un pequeño demonio dentro de mí caviló la posibilidad de que él me escogería a mí antes que a esa chica.



Papá nos dejó su coche para que fuéramos al baile. Todo el instituto me observó llegar del brazo del hombre más guapo de todos, muchas me miraban con envidia y los chicos me miraban extrañados. Muchos estudiantes habían invitado a sus hermanos y hermanas, primos incluso, por lo que Jake no desentonaba demasiado por edad, lo que me alegró en cierto modo.



Noté cómo su brazo temblaba y le miré, su mandíbula estaba tensa. George estaba allí con su hermana Melinda, que se acercó a mí para saludarme amablemente. Me fijé en la cara de George, no parecía nada roto, pero era evidente que había recibido un buen derechazo, algo que ni siquiera mencionó su hermana mientras me saludaba con la mirada desviada hacia mi acompañante.


Parecía incómodo, así que me deshice de Melinda y entramos al baile haciéndonos la pertinente foto de pareja, único momento en el que Jake se relajó.



La noche pasaba más o menos tranquila, pero cerca de las cuatro de la mañana George se acercó a nosotros en un evidente estado de embriaguez. Jake me puso detrás de él y George le miró fijamente como si intentase acuchillarle con la mirada.


-¿Necesitas otro recuerdo?


-Debería estar conmigo, no contigo. Tú deberías buscarte a chicas de tu edad…


-Lárgate… -Me puse en medio, sabía que era la única manera-. Tú deberías buscarte una chica que no te deje por su ex novio, como ha hecho Giselle, y no venir de nuevo a intentar que te perdone, porque ahora ya es tarde…


-¿Acaso estás con este ahora?


-No te importa…



Me giré y empujé a Jake pero George me sujetó y su muñeca crujió ante la mano de Jake. Le toqué y le pedí que lo dejara, él me miró y mi rostro de pánico hizo que lo soltara para posar su mano en mi cintura y sacarme fuera.


-¿Estás loco?


-No puedo con él…


-¿Por qué haces esto?


-No puedo dejar que te trate así… no sabe cómo eres, no te conoce y él es un crío mimado que se cree un Adonis, y sólo es un mierda que va a hacer que un lobo enfadado le muerda de verdad…


-¿Qué…? -empecé a reír no sé porqué y luego a llorar-.


-¡Ey! –Me tomó de la mano y me llevó a un banco a tres pasos de nuestra posición, me sentó y se acuclilló ante mí-. ¿Qué pasa?


-No quiero perderte…


-¿Perderme?


-Sí, en el momento que esa chica te conozca va a querer estar contigo a cada momento como a mí me gustaría estarlo… -Su sonrisa se hizo enorme y sincera, algo que me dolió-. No quiero que dejes de ser mi amigo… no quiero que te declares a la chica…


-No pienso alejarme de ti… lo sabes. Pero creo que es justo que sea sincero con ella, si estás enamorado de alguien… debes decírselo, ¿no crees?


-No sé… -Pensé en cómo conseguir información-. ¿Y si ella te dijera que no?


-Dolería… pero siempre podemos ser amigos…


-¿Y si ella no quiere ser tu amiga después?


-Dudo que ella haga eso… -Le miré fijamente y él tomó aire y asintió-. Si hiciera eso me dolería, pero los amigos de verdad no se dejan de hablar por eso...


-¿Bailamos?


-¿Ahora? –Me miró extrañado pero asintió-. Lo que la señorita diga…



Me llevó a la sala y me abrazó de un modo que hizo que todas y cada una de mis células temblaran. Me aferré a él y noté cómo sonreía y acariciaba despacio mi espalda y mi mano, no deslizaba sus manos, sólo sus dedos de un modo tierno y protector. Cuando me di cuenta habían pasado tres canciones. Lo pensé y me decidí.



Agarré su cara y comencé a mostrarle la canción y que no si estaba rara no era porque quisiera volver con George, si no que quería estar con él, que estaba enamorada de él, pero me daba miedo lo que pensara, ya que siempre me decía que era muy pequeña y se burlaba de mí…


Sus ojos se quedaron vacíos por un instante por la sorpresa de las imágenes y después me traspasaron mientras dibujaba una sonrisa en su rostro. Le mostré que no quería que se enfadara ni que se alejara de mí, que si estaba seguro debía declararse pero que sentía que debía saber lo que yo sentía antes de que se fuera con ella. Su sonrisa se hizo más amplia y me dejó descolocada completamente.


-Vale…


-¿Vale? ¿Cómo que vale?


-Que está bien –besó mi frente y me miró sonriente de nuevo. Mi cara debía ser de completa confusión-. No pienso alejarme, ni enfadarme, ni dejarte de hablar… no podría.


-¿No te burlas?


-¿Por qué iba a hacerlo? Ya no eres tan niña como antes… aunque no seas todo lo madura que deberías… -Rodó los ojos y rió-. Aún te queda un año…


-¿No has dicho que no te ibas a burlar?


-No me burlo… es sólo un hecho… -volvió a reír-. Pero un año no es mucho… ¿no?



Rodé los ojos y negué, intentando salir pero él me retuvo tres canciones más.


Poco después la fiesta terminó y yo me sentía la más estúpida del mundo cuando me solté de sus brazos. Caminé con los brazos cruzados porque ya refrescaba y él puso la chaqueta del traje sobre mí y dejó su brazo ahí. Le miré raro.


-¿Te apetece hacer algo antes de ir a casa? –Le miré raro y él me sonrió de esa manera que me hacía temblar-. Un desayuno rápido en un sitio especial…


-¿Desayuno?


-Bueno, son las cinco, entre que vamos a por el desayuno y todo… habrá amanecido, será hora oficial de desayunar.


-Como quieras…


-Si lo dices así de desganada… me pensaré que quieres que me vaya a Forks…


-Te vas a ir de todos modos… ¿no?


-Algún día tendré que volver… -me miró sonriente y se paró-. ¡Si me dejas, claro!


-Anda… vamos a desayunar…



Me llevó a un bar donde cogió algo de comida, pude adivinar por el olor gofres de chocolate y zumo de naranja. Condujo por la carretera acabando en aquel parador que me encantaba. Bajó sonriente y sacó una manta del maletero, lo miré extrañada y me guiñó un ojo con una sonrisa, extendiendo la manta en el capó del coche. Después sacó los gofres y me dio uno con un vaso de zumo de naranja. Comimos y él se tumbó cuando empezaba a salir el sol.


-Es precioso… -me quedé mirando el sol salir con ese color naranja rosáceo-.


-Más aún desde aquí… -me giré y me guiñó de nuevo el ojo-. Espera… -Se retorció y buscó en su bolsillo, sacó una cajita y la miró con gesto indiferente-.


-¿Cuándo se lo dirás? –Le miré apenada y él me miró tan fijamente que me hizo girarme a observar de nuevo el sol-.


-Pronto… -Noté que se sentaba detrás de mí y sus brazos me rodearon, abriendo la cajita con un anillo plateado y una nota plegada-.


-¿Hoy?


-Creo que ahora es un buen momento… -Posó su rostro al lado del mío y me retiré para mirarlo. Su sonrisa me dejó paralizada-. Recuerdo que siempre preguntabas cosas sobre la imprimación de pequeña, siempre te daba largas porque sentía que no era el momento adecuado. Después cuando empezaste a salir con George… estuve a punto de volverme loco. Pero hace un par de meses empecé a notar que hablabas de él de otro modo, como si ya no fuera eso lo que querías. Cuando te dije que siempre estaría a tu lado no te engañé, al igual que cuando te dije la última vez que eras demasiado pequeña para saber más. Pero cuando tu padre me dijo que habías estado pensando en mí de otro modo, lo tuve claro. No quiero que pases ni un solo día más pensando que puedo estar enamorado de otra chica que no seas tú… -Sus labios se posaron en mi nariz de un modo tan dulce que me hizo querer besarle como nunca había besado a nadie. Acerqué mis labios a los suyos y se amoldaron a la perfección, pero él se retiró-. Aún así ya te he dicho antes que aún tenemos que esperar…

-No puedes decirme esto y… -sus labios dulces silenciaron mis palabras y sonrió al apartarse a los tres segundos-.


-Tenemos toda la eternidad si tú quieres, así que no tengo prisa alguna.


-¿Nada de besos hasta entonces?


-Solo si es completamente necesario… -rozó mi nariz con la suya y sonrió-. Puede haber excepciones…


-Creo que ahora estoy necesitando completamente más…


-Ya… -sus labios se acercaron lentamente a los míos acariciándolos con una ternura y una dulzura que me hicieron querer más, por lo que me dejó besarle mientras me envolvía con sus brazos. Me aferré a él fuertemente y él dejó que lo hiciera, hasta que algo me dijo que estaba pasándome de la raya. Suspiré y él me besó de nuevo dulcemente-.


-Era completamente necesario…


-Lo sé…



Sonrió y me besó dulcemente de nuevo, separándose y rozando mi nariz con sus labios para después envolverme en sus brazos para observar cómo el sol salía bañando de luz nuestro amor.



--------------------------------------------------------------------------


Bueno aquí termina este mini fic....

Espero que os haya gustado...
y que se lo agradezcais a Silvy :D
porfavor comenten....

GRACIAS
POR SEGUIRNOS