Capítulo XXVII: … tiene su final.

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Unos pitidos incesantes taladraban mi cabeza. Sentía frío, eso era lo único que sentía.

-Bella, cariño, tiene frío…

-Está bien… -noté que el frío era reemplazado por un calor intenso. Intenso como su olor-. Esto me recuerda a algo…

-Lo sé, ya lo hicimos una vez cuando aún no había nacido… -su voz ronca me aliviaba ligeramente ese martilleo de los pitidos-.

-Carlisle… ¿sería posible apagar los monitores? Creo que le molestan… -mi padre me escuchaba, eso era buena señal-. Claro que lo es princesa…

-¿Qué pasa? –preguntaron al unísono varias voces. Podía reconocerlas incluso hablando a la vez. Todos y cada uno de los miembros de mi familia estaban allí. Pero, ¿donde estaba yo?-.

-Estás en el hospital, cariño… Carlisle ha tenido que ingresarte. Pero seguramente mañana por la mañana puedas volver a casa…

Noté que los brazos de Jake me rodeaban con fuerza, me aferré a ellos y tenía ganas de llorar, llorar amargamente. Abrí mis ojos y me topé con los ojos de mi familia puestos en mí, mi padre y mi madre sentados cerca. Miré en ellos, en esos ojos que mostraban gran compasión, lo que hizo que mi estómago se encogiera y saliera una especie de gruñido. Jake me abrazó más fuerte, pensé en todos ellos, en mis amigos… las imágenes de cómo subían inmóviles a la superficie del agua… no podía ser verdad ellos no… mi padre asintió levemente, con el sufrimiento clavado en mis ojos.

Un alarido salio de mi pecho, comencé a gritar y a llorar, no podía ser cierto. Mis amigos. Allison… no, era imposible, Allison se tenía que haber salvado, pero los ojos de mi familia me desengañaron. Si hubieran podido llorar lo hubieran hecho, estaba segura. Mis alaridos aumentaron. Allison… grité, mi garganta estaba a punto de desgarrarse pero no me importaba, sólo gritaba. Jake me aferraba con fuerza, quería salir de aquella habitación, quería verles, quería poder ver a Allison.

Noté un pinchazo de nuevo, al momento me sentía más relajada.

Seguía aferrada a los brazos de Jake, con mamá y papá consolándome. El resto de mi familia se fue a casa, excepto mi abuelo que se quedó con nosotros.

Pero la idea de verla, al menos una última vez no desaparecía. Finalmente, al cabo de dos horas mi abuelo me ayudó a convencer a mis padres y a Jake que era lo mejor, que debía verla. Los cuatro me acompañaron, llegamos a una sala donde estaban los padres de todos mis amigos.

Emma estaba en brazos de Abraham. Sus ojos llenos de lágrimas, rojos… parecía sedada, ya que apenas podía mantenerse en pie. Me miró, y Jake tuvo que sujetarme. Me sentía mal, realmente mal. Había podido ver a sus hijas allí, encerradas en aquel coche. Podía haber salvado a Mary si hubiera pensado más rápido, si no hubiera necesitado subir a la superficie. Bajé la mirada impotente, debía haber hecho algo más…

-Lo siento… -los padres de mis amigos me miraron apenados, pero agradecidos. ¿Agradecidos por qué?-. Debí haber hecho algo más, debería…

-Carlie… -Un golpetazo a mi corazón me dejó sin poder seguir excusándome. Emma se soltó de los brazos de su marido y se acercó despacio-. Mary está viva gracias a ti… -¿Se había salvado? Miré a mi abuelo y bajó la mirada. Recordé una conversación que tuve con el acerca del coma. Dijo que él era capaz de distinguir cuáles iban a sobrevivir y los que no. Pero Emma tenía esperanza, esperanza que no había en los ojos de mi abuelo-. Eres valiente, has hecho todo lo posible… -me abrazó, me abrazó y pude ver el agradecimiento de todos, la sonrisa triste de Abraham-.

-Me gustaría… -miré la puerta de la habitación. Sabía que allí estaban los tres. Emma asintió-. Gracias…

Mi abuelo entró conmigo, obligando a mis padres y a Jake a quedarse fuera. Tres mesas metálicas. Tres cuerpos sin vida. Tres sábanas cubriéndolos. Mi abuelo destapó ligeramente el rostro de Allison, me abracé a ella. La abrazaba pero no había respuesta, besé sus labios pero estaban fríos, ya no eran cálidos ni me devolvían el beso, ni sonreían… ya no era ella.

Mi abuelo destapó los rostros de Sullivan y de Meg. Les abracé, pero no hubo tampoco respuesta. Miré los labios de Sullivan, me recordaban a los de Seth. Meg tenía los ojos inflamados, como cuando la vi montando en el coche, lloraba por Ryan. Miré de nuevo el rostro de Allison, magullado pero guardando la misma belleza de siempre. Apoyé mi frente en la suya y la abracé de nuevo.

Permanecí en esa sala al menos media hora, hasta que decidí que debía hacer otra visita. Se lo mostré a mi abuelo que asintió y tapó los cuerpos sin vida de mis amigos, excepto el de Allison. Se quedó parado a mi lado, poniendo una mano sobre mi hombro. Yo misma tapé a Allison, besando su frente por última vez.

Cuando salí los padres de mis amigos me miraban. Abracé a Emma y a Abraham.

-Me gustaría… me gustaría ver a Mary, si no os importa…

-Claro cariño… vamos… -Emma cogió mi mano, mientras caminaba dificultosamente aferrada a su marido. Jake cogió mi otra mano, me abrazó intentando ayudarme a caminar. Cuando llegamos a la habitación Jake se quedó fuera, con mis padres y mi abuelo y entré de la mano de Emma, que besó a su hija, al igual que Abraham-. Gracias a ti se ha salvado. –Su rostro parecía esperanzado, pero sabía que no iba a aguantar mucho más-.

Estuvimos en la habitación por un lapso corto de tiempo. Mi abuelo entró para decirme que debía ir a mi cuarto y descansar, miré el reloj, eran las dos de la madrugada. Debía dejar descansar a Emma y a Abraham.

Caminaba ausente cuando oí un sollozo familiar, proveniente de la sala de espera. Entré y pude ver al resto de mis amigos destrozados. Me abracé a Darlene, que sollozaba sin cesar, repitiendo la misma frase.

-Lo siento, debí haberte ayudado, lo siento…

Kevin nos abrazó a ambas, dejando a Ryan sólo sentado en aquel banco, con la mirada ausente y lágrimas mudas cayendo por su rostro.

-Darlene… mi abuelo me ha dicho que no sabe cómo he sobrevivido a esas aguas… fue una locura, hiciste bien. Al menos tú has podido salvarte… -me sorprendió la serenidad de mi voz-.

-Lo siento Nessie… -Kevin parecía destrozado-. Si no os hubiera hecho ir al instituto, todo esto no habría ocurrido…

-Kevin… -le abracé-. No es culpa de nadie, si no del destino. Es una tontería culparse de ese modo… si hubiera sido un lunes normal no hubiéramos ido de viaje… -no sé cómo, pero le sonreí-. No te castigues de esa manera.

-Chicos, Nessie debe descansar… podéis ir a su cuarto si queréis, pero… debe estar en la cama… y tú también deberías Darlene –mi abuelo miró de esa forma que miraba a un paciente cuando quería que le hicieran caso. Le tomé de la mano para ir con él-. Vamos cariño…

-Ven Darlene… -cogí la mano de mi amiga-. Creo que tú también deberías descansar…

Mi abuelo pidió que pusieran otra cama en mi cuarto, aunque no la usamos. Darlene no paraba de llorar y se echó a mi lado. Estuve consolándola toda la noche. Al día siguiente nos dieron el alta, pero no nos movimos del hospital, esperando todos que Mary se recuperase, aunque yo sabía la verdad.

Pasamos la mañana en aquella sala de espera, hasta que al fin a las 13:07 la poca vida que quedaba en ella desapareció. Creo que aquella tarde fue la más triste de mi vida. Peor incluso que el día en que Nahuel murió. Llevaron a Mary a la misma sala que el resto, todos nuestros padres estaban allí, apoyándose los unos a los otros, apoyándonos a los que nos habíamos salvado.

Tanto dolor en los rostros de los padres de mis amigos, de los hermanos… yo no tenía derecho a llorar allí. Estuve consolando a Emma junto a Abraham. Después ayudé a Kevin con Darlene, dejando que él fuera con Ryan.

Cuando llegué a casa me senté en el sofá, no me apetecía otra cosa. Jake se sentó en la mesa, frente a mí, mientras mis padres me abrazaban uno por cada flanco. Jake tomó mis manos, mirándome intensamente, buscando algo… pero realmente no sé si es que podía mostrar algo.

-Deberías estar de celebración… -intenté sonreír recordando aquella conversación telefónica-. No sé qué haces aquí…

-Estás loca si crees que puedo estar de celebración cuando tú estás pasando por esto… a Paul y a mi hermana pueden ayudarles el resto…

-¿Ya le han dado el alta? –Asintió, ahora un poco menos serio-. ¿Y los mellizos?

-En casa. Paul me ha llamado para decirme que habían llegado y para preguntar por ti. Los chicos estaban bastante preocupados… -hizo una mueca-. Seth quería venir pero le pedí que se quedara al frente del taller… últimamente Quil está demasiado ocupado… -ahora sonreía de verdad, lo que me provocó curiosidad, él lo sabía-. Al parecer después de aquel regalo, Claire no para de preparar su boda para el 2020… -me reí levemente, al igual que Jake-. Dice que no quiere ser la última en casarse… se ríe de Leah porque dice que ella será la última… no veas cómo se pican entre ellas…

Imaginé la situación, imaginé a Claire enfrentándose a Leah sobre cual iba a casarse antes, a Quil con Ephraim en brazos y asustados, a los chicos riéndose… me empecé a reír como una loca, no sabía de donde salía esa felicidad, pero no paraba de reír. Mis padres me miraron extrañados, como locos, al igual que Jake, que reía pero me miraba preocupado y curioso.

Les mostré la imagen y todos comenzaron a reír. Me limpié las lágrimas que había producido las carcajadas. Suspiré y miré al techo.

Me desperté con el sol en su punto más alto. Mis padres no me habían despertado para ir a clase… miré mi móvil.

‘He quedado con Kevin y Ryan en mi casa. Los padres de los chicos han pedido que hagamos algo para el funeral… me gustaría que trajeras la cámara para hacer algo bonito. Se lo merecen. Espero que hayas podido dormir algo. Te quiero, por si nunca te lo había dicho. Darlene.’

Me levanté y cogí mi cámara. No me atrevía a mirar las fotos. Jacob apareció y se sentó conmigo, abrazándome y besándome el pelo.

-Debo ir a casa de Darlene, necesita las fotos.

-No tienes que verlas aún, si no quieres…

-Pero no puedo dejarles hacer esto solos….

-Nessie… -Jake me cogió de la cara, mirándome fijamente-. Llevas dos días cuidando de ellos, de los padres de tus amigos… de todos menos de ti. No quiero que hagas nada más que no te apetezca sólo porque debas hacerlo, ¿de acuerdo? –Asentí-. ¿Qué te apetece hacer realmente?

-No sé… -lo pensé. Le mostré qué me apetecía, correr, ir al lago en el que estuve por primera vez con ellos, mirando la puesta de sol. Cazar, cazar hasta saciarme. Después comer, quizá un helado-. El sabor del helado… no sé…

-Está bien, haremos una cosa. Te acompaño a casa de Dar, le das la cámara y nos vamos a correr. Vamos corriendo hasta allí, para que te canses. Cazamos… y después volveremos e iremos a cenar y a una heladería, ¿vale?

Asentí. Me levanté y miré mi armario. No me apetecía ponerme a buscar. Me puse un chándal, cogí mi pelo en una coleta bastante deficiente, pero no me apetecía nada más. Mis padres me besaron y me pidieron que después fuera a cenar a casa de Carlisle, todos estaban preocupados por mí.

Le entregué la cámara a Darlene y Jake tomó mi mano. Fuimos caminando hasta salir a la carretera. Entonces empezó a correr poco, a marcha humana. Me sonrió y yo le devolví la sonrisa, no me había dado cuenta casi de que estábamos fuera de Monroe. Comenzamos a correr a toda velocidad, solté su mano y corrí más deprisa, todo lo que podía. Trepé por un árbol y comencé a saltar de uno a otro. Me sentía libre, me sentía incluso bien. Aterricé en el suelo para llegar a aquel claro, que daba lugar a la orilla del lago. El sol estaba a punto de esconderse. Me senté a mirarlo, simplemente, mientras Jake se sentaba a mi lado mirando también el horizonte.

En el instante en que el sol terminó de desaparecer me levanté de un salto, Jake me miró raro y sonreí.

-Es hora de mi cena…

-¿Caza o alta cocina de tu abuela?

-Ambas…

Salí corriendo mientras él me seguía. No entraba en fase, algo que me extrañó. Pude divisar una manada de ciervos y ataqué. Algo dentro se me removió, no me apetecía hacer esto, así que tiré el ciervo a unos diez metros. Jake me miró extrañado, un escalofrío recorrió mi cuerpo.

-Meg ha muerto. –Jake me miró extrañado, asustado quizá. Asintió y se acercó un poco, pero hice un gesto para que parase-. Mary, Sullivan… han muerto. –Comenzó a acercarse y me abrazó-. Allison… -noté cómo asentía-. Todos… les podía haber salvado, lo podía haber evitado… ¿Por qué?

-No es culpa tuya…

Comencé a llorar y estuvimos así por un tiempo. Después me cargó a su espalda y comenzó a correr. Yo seguía llorando cuando luz artificial llegó a mis ojos y miles de manos blancas y heladas se peleaban por consolarme. Me llevaron a la habitación de mis abuelos. Se fueron turnando para tumbarse a mi lado, pero él nunca se movió de mi lado. Casi me entraron ganas de reír cuando Rose se tumbó a mi lado, arrugando la nariz cuando Jake se movía. Casi.

Pude ver el sol salir y las ojeras de Jake.

-Debes dormir… -él negó con la cabeza-. Llevas más tiempo sin dormir que yo…

-No, he dormido alguna vez… poco pero lo necesario. No necesito dormir más, tú me necesitas más… no lo necesito.

-Pero yo sí, quiero que duermas y quiero dormir.

-No voy a dormir… y menos aquí… no es por ofender, pero dormir con una molesta quemazón en la nariz… no es fácil…

-Está bien… -olfateé la cama-. ¿Esta cama huele mal?

-No, esta no… pero no puedo dormir aquí contigo…

-Está bien, a mi no me molesta, así que quédate aquí, yo me iré a la habitación de Alice, no creo que le importe…

-No, en serio, no es necesario… -protestaba sin que yo le hiciera caso, le tapé, aunque no lo necesitaba y le di un beso en la mejilla, mostrándole a él dormidito en esa cama. Me regaló una sonrisa-. Buenas noches…

-Descansa Jake.

Salí y cerré la puerta. Me deslicé a la habitación de Alice esperando sus ronquidos, que pronto resonaron. Bajé al piso de abajo, mamá y papá se levantaron a abrazarme.

-Cariño… -mamá me miraba compasiva-. Deberías dormir. En serio…

-Estoy bien, pero no puedo dormir… le he pedido a Jake que descanse, creo que no le he visto dormir en estos días.

-No, no lo ha hecho… -mi padre hizo una mueca-. Parecía uno de nosotros y todo… -intente dibujar una sonrisa agradeciendo la broma-. Entiendo que no sonrías… pero no puedo evitar intentarlo cariño…

-Lo sé papá… lo sé. ¿Podríais venir a dormir conmigo?

-Claro cariño… –mi madre me ayudó a subir, al igual que mi padre. Ambos se tumbaron a mis lados, consolándome y abrigándome-. Va a ser un día duro… descansa.

Tenía razón. Esta tarde era el funeral. Tuve un sueño precioso, donde estábamos todos. Mi familia, mis amigos, mi abuelo, Billy, la manada, las mitades… todo el mundo estábamos allí, reunidos en una playa, pasándolo en grande.

Una mano fría acarició mi mejilla y me desperté. El dulce rostro de mi abuela me sonreía.

-Cariño, siento despertarte, pero debes levantarte ya. Tu madre está terminando de hacer la comida, te hemos preparado una lasaña de carne y pastel de chocolate…

-Huele realmente bien… ¿no lo notas? –Jake estaba parado en la puerta y me sonreía también, pero sus ojos mostraban preocupación-.

-Chocolate… -comencé-. Carne, tomate, orégano… ¿Bergamota?

-Sí, antes de comer puedes darte un baño… -dijo mi abuela sonriendo hacia Jake-. Creo que ha estado preparándote un baño ideal.

-Gracias Jake… -hizo un gesto caballeresco y se marchó sonriente-.

-Ahora bajaré, voy a disfrutar del baño…

-Te ayudaremos… -Alice apareció con mi madre y me ayudó a levantarme-. Verás como te sientes algo mejor.

Entré en el baño y pensé que esto tenía que ser obra de Alice… Miré su rostro y mi tía parecía tan sorprendida como yo, o como mi madre. Comencé a creer que esto había sido obra de Jake. Había una luz tenue, había una cortina de listones en la ventana, dejando que entrara muy poca luz solar. Casi todo eran velas, quemadores con aceite de bergamota, el cual inundaba toda la habitación con su olor. La bañera estaba llena, con espuma y unas hojas de menta.

Comencé a quitarme la ropa, mientras mi madre me ayudaba a caminar hacia la bañera. Había preparados unos tarros al lado de la bañera. Olía a menta y a fresa. Cogí un poco, parecía jabón, mi tía sonreía abiertamente mientras lo olía. Cogí un poco y lo extendí por mi pelo. Después me sumergí en la bañera entera, aclarando ligeramente mi pelo. Mi madre pasó agua tibia por él, terminando de aclararlo. Alice cogió un peine y desenredó mi pelo, repitiendo mi madre la misma acción. Cuando acabaron me dejaron sola para que terminase. Me di una ducha de agua ligeramente más fría, para despejarme. La mezcla de olores me estaba haciendo sentir mejor.

Cogí el albornoz y salí hacia el cuarto de tía Alice, donde me vistieron como cuando era pequeña. Me pusieron mi pijama multicolor, en rosa naranja y amarillo. Bajé a comer y Jake me esperaba. No pude más que abrazarle fuerte y darle un beso por aquello que había hecho.

Comimos rápido, ya que quedaba poco tiempo para el funeral, eso me entristeció. Toda la familia iba a ir. Iban a realizarlo en el instituto, la dirección les había facilitado el sitio para que todos los compañeros pudieran asistir también.

Mi abuelo llegó con Sue, me abrazó al igual que ella y estuvieron pendientes de mí hasta la hora de salir hacia el funeral.

Me empeñé en que quería ir sola en mi coche, pero no pude evitar que Jake me acompañara. Iba vestida con un traje negro, zapatos negros y mi pelo recogido en un moño. Todo obra de Alice. Cuando llegué Darlene me abrazó, llevaba un pantalón y camisa negros y un moño como el mío. Kevin iba con traje, al igual que Ryan. Nos sentamos en tercera fila, cerca de todas las familias.

Dieron paso a que la gente subiera para hablar de ellos. Subieron muchos compañeros, cosa que me enfadó porque pocos sentían realmente lo que decían. Darlene esperó a que los familiares subieran a dedicar unas palabras. Después se levantó y nos pidió ayuda. Ryan no pudo levantarse, así que Kevin y yo salimos con Darlene, todos cogidos de la mano. Darlene se situó y Kevin se puso en el centro, cogiéndonos entre sus brazos a ambas.

-Ha sido difícil hacer esto. Incluso alguno no pudieron soportar la idea… -me miró comprensiva, después miro a Ryan-. Otros lo intentaron pero tampoco pudieron. Había muchos lazos entre nosotros, algunos más poderosos que otros, pero irrompibles todos ellos. Muchos han hablado hoy de los que faltan, muchos han dicho cosas de gente que conocían o creían conocer. Pero pocos son los que de verdad sabían cuales eran nuestras ataduras, cuales eran sus sueños o esperanzas, qué es lo que realmente querían en la vida. Meg lo tenía claro y se le daba bien –nos sonreía-, quería ser relaciones públicas, tratar con gente, organizar fiestas… y no lo hacía nada mal… Sullivan, bueno, era algo distinto al resto, pero le encantaba biología… siempre le han gustado los animales, siempre decía que le gustaría ser veterinario. Mary siempre había sido buena en matemáticas, pero lo que realmente le hubiera gustado ser, lo que hubiera deseado era… ser abogada, aunque siempre nos reíamos porque siempre defendía las causas perdidas… -eso nos hizo sonreír, incluso a su familia, a sus padres-. Allison… realmente fue complicado al principio… -me miró y yo no pude soportarlo, bajé la mirada sabiendo que toda mi familia me miraba atentamente, incluido mi abuelo-, nos costó mucho llegar a conocerla, al principio era muy reservada e incluso… -me miró dudosa y yo asentí-, incluso era desagradable. Pero después nos dejó conocerla, dejó que viéramos la clase de persona que era, imperfecta como todos, pero buena y noble como nadie. Nunca dijo qué quería ser, qué quería conseguir en la vida, pero creo que todos los descubrimos aquel fatídico día… -Kevin encendió un proyector, en el que salíamos en aquella foto del árbol caído-. Creo que lo que realmente le gustaba era capturar imágenes como ésta… Por ello hemos hecho una recopilación de fotos suyas, de fotos de nuestro grupo, de nuestros viajes y nuestros momentos –pasó una foto donde salíamos todos en Jenner-. Jenner fue un lugar importante para nosotros, el último día de nuestro viaje hablamos sobre ello, queríamos podernos reunir allí todos los años… de ahí necesito hacer una petición a las familias. Nos gustaría tener algo y llevarlo a esa casa, una especie de baúl con algo de cada uno, para poder ponerlo allí, en esa preciosa casa en la que queríamos reunirnos cada año, hacer fiestas como tanto nos gustaba, jugar al Twister… -Apareció una foto donde Allison, Mary, Sullivan y yo estábamos jugando a eso, sonreí tristemente al recordarlo-. Seguramente ellos hubieran querido poner alguna canción el la que todos bailáramos y nos alegráramos, pero no hemos podido hacerlo. Al menos hemos podido encontrar una canción de alguien que les gustaba y que representa cómo nos sentimos. Nos gustaría que pensarais en estas fotos, en lo felices que fueron…

Darlene se aproximó al proyector y puso en la radio una canción “I miss you” de Avril Lavigne.

Le dio al botón y comenzaron a salir fotos. Todos jugando al Twister, una foto de Allison de pequeña, de Mary, de las dos juntas de mayores. De Meg, de Sullivan. Una foto de Mary y Sullivan jovencísimos. Otra de Meg, Kevin, Darlene y Ryan. Una de Ryan sólo con Meg, pude ver las lágrimas rodar por su cara. Una foto del último día, salíamos todos menos Meg y Ryan. Otra foto de grupo en Jenner. La foto en la que salía en el árbol con las gemelas. Fotos que sabía que Allison había tomado en Jenner pero que no había visto: todos jugando en la playa, yo sentada en la orilla sola, yo hablando con Mary y Darlene en la orilla. Kevin intentando coger a Darlene y Sullivan levantando a Mary. De nuevo otra del grupo en la orilla, Allison cogiéndome de la cintura y apoyando su barbilla en mi hombro, mientras yo apoyaba la mejilla en la suya, Meg besando a Ryan, Mary abrazando a Sullivan que se agarraba a Kevin, que tomaba de los hombros a Darlene y ella me tomaba de la mano. Se acercó a mí y me tomó la mano de nuevo. Comencé a llorar y ella me abrazó, al igual que Kevin. I miss you…


Pon en pausa la musica del Blog :D


Les abracé fuerte. Ryan se levantó y salió de allí, mientras nosotros íbamos de nuevo a nuestros sitios. Después nos comunicaron que los cuatro iban a ser incinerados. Comencé a llorar desconsolada, quería poder abrazarla a ella pero no estaba allí, sólo en mis recuerdos. Unos brazos cálidos me cogieron antes de que tocara el suelo, mientras gritaba por no encontrarla allí, por no poder tocarla de nuevo, por no poder verla sonreír ni tomarle el pelo. Mis padres se disculparon acudiendo en mi ayuda y me llevaron a casa. Mis tíos vinieron allí, mis abuelos, todo el mundo pasó la noche allí, mientras de vez en cuando mi abuelo Carlisle me administraba un calmante.

Cuando el cielo comenzó a mostrar las estrellas, hubo un

desfile en mi cuarto. Primero Emmett y Rose, que me abrazaron y besaron como despedida. Después Jasper y Alice. Pasó un buen rato y mis padres subieron con Carlisle y Esme. Mi abuelo le dio una cajita a mi padre, imaginé que más calmantes, mientras mi abuela me besaba dulcemente. Mi madre se tumbó a mi lado, acariciándome el pelo. Después se fueron. Permanecí tumbada, con el vestido del funeral, boca abajo, con un brazo colgando y el otro bajo la almohada. Mi padre se arrodilló, tomando mi mano y mirándome, pero era incapaz de mover los ojos. Me besó y se marchó, dejando a mi madre consolándome. Poco después subió mi abuelo y Sue a darme las buenas noches. Cuando ellos se durmieron Jake subió y me movió, dejando que mi cuerpo cayera sobre su torso, mientras mi madre seguía consolándome.

Cuando amaneció Jake cambió de posición y se sentó en el suelo, apoyado en la mesilla y tomando mi mano. Mi postura seguía siendo la misma. Otro desfile se produjo, esta vez para darme los buenos días. Mi madre se levantó y volvió a la hora, para decirme que bajara a comer pero yo no tenía

hambre. Jake se quedó conmigo. Después mi abuelo y Sue subieron para despedirse, debían volver a Forks. Les mostré que quería abrazarles y despedirles en condiciones pero no podía, ni siquiera podía hablar. Mi abuelo besó mi frente y se marcharon.

Llegó la noche y todos volvieron a despedirse. Mi padre pidió a Jake que le dejara a solas conmigo y me tumbó sobre él.

-Cariño, sé que sufres, pero debes dejar de hacer esto… debes levantarte, debes ir a clase… duerme mi vida… -comenzó a tararear mi nana, por lo que me quedé dormida. Cuando me sacudió, la luz invadía mi cuarto-. Debes ir a clase, hazlo por nosotros, por favor.

Me levanté ausente, apenas me fijaba en qué era lo que estaba haciendo. Mi padre dejó que Jake me llevara a clase en su moto. Me abrazó fuerte y me dijo que volvería mañana, pero que debía ir a ver a Seth, había problemas allí. Asentí desganada y pude ver la pena en su rostro. Le mostré que lo sentía, pero no tenía ganas de nada. Él apretó sus labios y asintió, mientras yo me dirigía a la puerta. Miré aquel banco ahora vacío. Me entraron ganas de llorar, pero Kevin tomó mi mano.

-Siempre será nuestro banco… vamos…

-Sacó un rotulador y comenzó a escribir en el banco. “Porque siempre comentábamos qué chica era la más guapa del día hasta el momento en que tus ojos solo la veían a ella. Te echaré de menos Sullivan. Kevin.” Levantó su cabeza para ver los ojos de Ryan-. Creo que debes poner algo tú también…

(Pinchar en la imagen para ver en grande)


-Así es… -“Porque mis ojos nunca verán nada más hermoso que lo que veían en los tuyos, en tus besos… siento haber sido un idiota. Siempre te querré Meg. Ryan.” Un par de lágrimas cayeron por su rostro mientras dibujaba un corazón entre sus nombres-. ¿Nessie?

-Yo… no sé… -me volví, el olor de Darlene me llegó-. No sé qué poner… Darlene, creo que debes ser tú la siguiente…

-¿Qué…? –miró el banco y asintió. “Porque siempre defendías lo indefendible. Porque me ayudaste a ver las cosas de otra manera. Porque en este banco te diste cuenta de que le amabas. Te echaremos de menos Mary. Dar.” Me tendió el rotulador-. Creo que debes hacerlo también en otro sitio, pero aquí es importante…

Cogí el rotulador y lo pensé. “Porque no es justo… ¿Sabes? P

orque no es justo que ahora me dejes. Porque no es justo que este mundo esté sin ti. Porque sin ti Carlie muere, te querré siempre Allison.” Me levanté y salí corriendo, Darlene me seguía y me encerré en el baño, un lugar raro pero especial. Pinté por todo el baño frases al azar, mientras Darlene me miraba apenada.

Por nuestros piques.”

“Porque era nuestro lugar.”

“Por la primera vez que te vi.”

“Por nuestro primer beso.”

“Por nuestras lágrimas.”

“Por ti.”

“Porque te quiero.”

Solté el rotulador y suspiré, soportando las lágrimas y la ira, mirando las puertas de los baños, el espejo, la puerta de entrada, la pared del fondo. Después miré a Darlene que sonreía mientras lloraba. Me abrazó y comenzam

os a llorar. Alice apareció allí y nos abrazó.

-Chicas, lamento mucho vuestra pérdida, pero debéis ir a clase… debéis comenzar de nuevo…

-Es duro Señora Cullen… -Darlene se limpiaba las lágrimas, al igual que yo-. Es duro…

-Lo sé, sé cómo os sentís… pero no hay otra forma mejor de agradecerles el tiempo que os han brindado más que seguir.

Nos volvió a abrazar acompañándonos a clase. Toda l

a clase nos miró cuando entramos, Kevin vino a abrazarnos mientras Ryan comenzaba a llorar.

-Está bien chicos, quiero que guardemos un minuto de silencio por los compañeros.

El silencio no fue completo, pues se oían nuestros sollozos. Era extraño estar en la clase con sus pupitres vacíos. Biología fue peor, pues me ponía con Allison. Darlene se puso a mi lado y Ryan con Kevin. A la hora de comer todo el mundo miraba nuestra mesa, la cual volvimos a garabatear en su memoria. Escribimos los nombres de cada uno en una silla, la que se suponía era su silla. Apenas comimos ninguno.

Tío Emmett vino a buscarme. Estaba emocionado, quería darme una sorpresa. Me llevó a Seattle para ver un partido de béisbol entre dos universidades bastante importantes. Era su intento de animarme, lo que agradecí. Emmett era la cosa más buena y más tierna del mundo, al menos a su manera bruta de hacer las cosas. Podía entender cómo Rose le amaba tanto.

Después me llevó a su casa.

-¿Te apetece que juguemos a algo? Podemos poner el DD

R, o jugar a un nuevo juego de béisbol que me ha comprado Rose…

-Gracias… pero no me apetece hacer nada tío Emmett…

-¿Un helado? –su cara me dio pena, estaba intentando evitar que rompiera a llorar, lo sabía… asentí-. ¡Genial! –dio un brinco y me llevó a la cocina, sirviéndome una bola enorme de helado de fresa. Lo vi y comencé a llorar, ahora no podía reprimir las lágrimas-. ¿Qué pasa?

-¿Qué le has hecho? –Tía Rose entró como un huracán pegando a Emmett y viniendo rápidamente a consolarme-. Ya está cariño…

-Sólo le he dado helado… ¡no sé porqué se ha puesto así

!

-No es tu culpa tío Emmett –dije entre sollozos-. Es que era su favorito… siempre lo pedía de fresa…

Tío Emmett hizo una mueca, me abrazó junto a Rose y estuvimos así un rato. Me sentía cansada, y se lo mostré.

-Puedes quedarte aquí si quieres cariño… llamaré a tus padres… -asentí-.

Me quedé dormida en brazos de tío Emmett, arropada por una gran manta de lana. El calor de la manta y los grandes brazos de mi tío me hicieron creer que estaba en otro brazos que me consolaban un poco mejor. Cuando me desperté me miraba como si esperase que me echara de nuevo a llorar, con pinta de estar s

uplicando por dentro que no lo hiciera. Intenté sonreír, le abracé fuerte y pasé un rato así.

Oí la puerta y un gruñido de Rose, sólo podía ser él. Mi tío me liberó, entendiendo que quería correr a verle, pero me levanté despacio y le di un beso enorme en la mejilla, provocando que una sonrisa igual de grande se dibujara en su rostro. Me dirigía a las escaleras cuando él las subía a zancadas. Me abrazó y me cogió por los aires.

-¡Buenos días!

-Hola Jake…

-Mira, traigo fotos de los pequeños… -dijo enseñando un sobre-. Y un regalo te espera en casa de tus abuelos… ¿Quieres ir? –Asentí curiosa-. Rosalie, Em, podéis venir vosotros también… -¿Rosalie? Estaba de buen humor, si no bien seguro le hubiera dicho Barbie…-. Charlie y Sue han venido con las invitaciones para la boda de Jared…

-¿Cuándo es?

-Finales de noviembre, lo han planeado rápido… en nueve semanas se casarán, el día 23 y el 30 se casan Embry y Rebeca… ¿Qué te parece? ¡Dos bodas en dos semanas!

-Vaya…

-Claire está que trina… -se echó a reír y al imaginarlo yo también me reí-. Dice que no va a ir a ninguna, que está empezando a odiar las bodas… pero en cuanto las chicas hablan de los vestidos…

-Seguro que está a punto de morderles porque no le hagan caso con los colores…

-Sí… así es… Quiere que vayáis de azul a la boda de Jared y de amarillo a la de Embry…

-Y las novias, ¿qué dicen?

-Ya sabes… si la niña está feliz, que vayáis como ella diga… si no

os gusta siempre puedes hacer como Leah en la boda de Reich… Puedo decirle que te presten a los gemelos y los cuidamos, así no tienes que sufrir la tortura de la otra vez…

-Lo pensaré… -sonreía-. ¿Esa era la sorpresa?

-No… lo verás cuando lleguemos… ¡vamos!

Jake me llevó en moto a casa de mi abuelo seguido por el Jeep de Emmett. En la puerta estaba el coche de mi abuelo, así que me alegré, al menos hoy podría decirles algo. Bajé corriendo, pero cuando vi a aquel hombretón, no pude más que abrazarle a él. Me abrazó fuerte, sentido, así que entristecí porque sabía por lo que venía, pero me alegraba de verdad por verle.

-Me alegra mucho verte Seth…

-No podía seguir allí, sabiendo que lo estabas pasando mal… -besó mi frente-. Ahora eres mi sobrinita… debo cuidarte.

-Sí, pero deja que yo también abrace a mi nieta… -mi abuelo me

abrazó fuerte, alegrándose de verme mejor-. Me alegro de verte de pie, al menos…

-Querida… -Sue me abrazó y me besó-. He tenido que traerle… -dijo mirando a su hijo que se sonrojó-. Ya sabes que es muy insistente a veces…

Se quedaron el fin de semana, realmente me alegro que Seth hubiera venido, entre todos no dejaron apenas que me dieran bajones. El problema fue que el domingo que marchaban… y el domingo llegó. Y con él, el lunes.

Era duro ir a clase, cada lugar, cada esquina, cada rincón… nos recordaban momentos pasados en los que nuestros amigos estaban allí. Kevin y Darlene cada día estaban mejor, pero Ryan y yo… no podíamos, era distinto.

El viernes fue el peor día, me sentía realmente mal, mi padre me llevó porque ni siquiera me apetecía conducir a clase. Cuando me recogi

ó me miró raro.

-Mamá me ha llamado, me ha dicho que tu abuelo está muy enfriado y no puede venir… Jake está cuidando de Billy, están igual… -¡Genial! Todo el fin de semana sola. Eso me hundió más-. Si quieres… -hizo una mueca de disgusto-. Puedes ir allí. Tu madre y Esme están acabando la casa, el lunes le deben entregar… puedo acompañarte si quieres…

-Papá… creo que es mejor que vaya sola. Me vendrá bien cambiar de aires.

-Eso espero…

Cuando llegué a casa hice las maletas. Después fui a casa de mis abuelos, me quedé a dormir allí y el sábado a primera hora salí hacia Forks. Estuve con mi abuelo el resto de la mañana, Sue preparó comida de sobras, así que llamé a Jake para decirle que estaba en Forks y que les iba a llevar comida.

Cuando llegué a la casa de Billy, Jake salió corriendo y me abrazó, cogió las bolsas y me llevó dentro. Billy realmente parecía enfermo, estaba peor que mi abuelo. Le abracé y me dio el pésame, mientras acariciaba mi cara. Rebeca y Embry vinieron después de comer, me entregaron las invitaciones de boda y les di la enhorabuena. El teléfono sonó y Jake contestó mientras hablaba con Billy, Embry y Rebeca sobre los detalles de la boda.

-Reich ha llamado… -dijo Jake-. Quiere que vayamos, quiere verte y que veamos a los pequeños…

-Hijo… -Billy tosió-. No creo que sea buena idea que vaya, no

quiero pegarles nada a los pequeños… Puedo quedarme solo, ir vosotros…

-De eso nada, papá… -Rebeca abrazó a su padre-. Yo me quedaré a cuidar de ti.

-Además hoy hay partido, y en casa de Reich no se puede ver con los bebés gimoteando… -Embry hizo un gesto raro con la cabeza rodando los ojos-. Será más divertido verlo aquí contigo…

-Bueno, si os quedáis vosotros, nosotros nos vamos… -Jake me tendió la mano. Abracé a Billy y me ayudé de la mano de Jake para levantarme, que sólo soltó para sostenerme la puerta al salir-. Ya verás… están enormes…

Tenía razón, los bebés estaban más grandes que hace un par de semanas… era normal. Pasamos la tarde allí. Sue me llamó diciendo que se quedaba a dormir con Charlie, porque Seth había “solicitado” quedarse solo esa noche. Poco después Seth llamó a Jake para invitarnos a su “fiesta lobuna” en su casa.

Volvimos a casa de Billy, y Rebeca dijo que no hacía f

alta que Jake se quedara esta noche. Después montamos en mi coche y fuimos a ver a Charlie. Me cambié de ropa, no me apetecía mucho ir de fiesta… pero Seth al parecer se pegó toda la tarde preparándola con Leah.

Me puse unos vaqueros y un jersey negro de cuello alto ceñido. No tenía nada mejor, así que… bajé descalza por las escaleras, Jake me miró raro.

-Creo que Alice había metido unos zapatos, no creí que los fuera a necesitar y están en el coche… no me mires así… -Rodó los ojos y tendió su mano hacia mí-. ¿Qué?

-Trae las llaves… -miró mis pies-. No vas a salir descalza… -Le di las llaves y miré cómo salía y cogía la bolsa, me sonreía cuando entraba, lo

que me hizo sentir raro y sonreír-. Ten… por cierto –torció el gesto y me miró-, estás muy guapa…

-Gracias… -me sonrojé y busqué los zapatos. Unos negros de charol con un poco de tacón. Los dejé en el suelo para ponérmelos. Jake me tendió una mano, que cogí para ayudarme a ponérmelos-. Gracias…

-¡Vaya! –mi abuelo estaba asomado, al igual que Sue. Estaban graciosos-. Estás realmente guapa… espero que no haya muchos chicos en esa casa… -torció el gesto, miré a Jake y tenía el mismo gesto-, quizá deba ir con el coche patrulla y la placa…

-¡Abuelo! –Me reí a gusto, algo que no hacía desde hace días-. Intentaré no volver muy tarde… -corrí hacia él haciendo ruido con los tacones, la verdad andaba raro, así que pude imaginar a Jake riendo a mi costa, pero no me volví-. Pero por si acaso no me esperes despierto…

-Nena… -alzó una ceja y miró a Jake-. Espero que al menos vengas a comer… -Todos nos echamos a reír, sobre todo Jake y Sue-. Hace poco tuve que ir a las tres de la tarde a casa de un chico del pueblo, Seth estaba allí… al parecer organizó el la fiesta de la noche anterior y se pasaron con la bebida y el ruido, así que…

-¿Qué?

-Digamos que tu tío pasó un día en el calabozo…

-¿Qué? –Me empecé a reír de nuevo-. ¡No me lo creo! –Sue asintió a su pesar-. ¡Vaya, vaya!

-Bueno, creo que he de decirte que no debes beber ni una sola gota… o conocerás la ira de tu abuelo… -miró a Jake-, al igual que vosotros como la dejéis…

-¡Vamos Charlie! –Jake parecía derrotado, por un momento pensé en que podría convencerle para probar el alcohol-. ¿Crees que voy a dejar que una menor beba?

-Eso espero… -esperanzas desvanecidas-. Eso espero…

Jake me tendió la mano y la cogí, cuando me volví a despedirme mi abuelo estaba rojo, parecía furioso. Jake soltó mi mano de inmediato y me abrió la puerta mientras se despedía.

-¡Pasadlo bien chicos! Y por favor… no me destrocéis mucho la casa…

-Tranquila Sue… -una sonrisa maliciosa se dibujó en mi cara-. Y vosotros recordad… ¡precaución! –mi abuelo me miró raro y Sue se sonrojó-. Abuelo… que no quiero más tíos… -Se puso blanco y después colorado mientras la risa de Jake resonaba detrás de mí. Fui corriendo de nuevo a darle un beso a él y a Sue y volví, viendo como Jake me imitaba corriendo con tacones-. Te odio…

-Es divertido… -me volví mientras bajaba las escaleras viendo cómo él me imitaba-. Estás graciosa con tacones…

-¿Graciosa? –Le miré mal y otra sonrisa maliciosa salió de mi boca-. Será mejor que conduzca yo… -le quité las llaves de mi coche-. Y no estaría mal que me dieras el móvil, cuando vas borracho… -recordé ese día y todo lo que iba a decir se desvaneció en una imagen. Mis amigos atrapados en el coche-.

-¿Estás bien? –ya no sonreía estaba preocupado-. Ven… dame… -cogió las llaves y me abrazó, me llevó al asiento del copiloto y me metió el coche, para una vez dentro volverme a abrazar. De repente se quedó estático y me soltó, limpió mis lágrimas y me sonreía-. Creo que será mejor que nos vayam

os antes de que tu abuelo salga con la pistola…

-Vale… -sonreí-. Pero espera… debo coger pañuelos…

Bajé del coche y mi abuelo abrió la puerta mirándome raro. Le abracé y no pude evitar que unas lágrimas cayeran por mi rostro. Él las limpió y miró al coche.

-¿Estás bien? –Miró a Jake con rabia-. ¿Ha pasado algo?

-No… -pude imaginar a mi abuelo sacando la pistola, eso me hizo sonreír-. Ha sido sólo un mal recuerdo… cogeré unos pañuelos por si acaso…

-Está bien… -buscó en el mueble de la entrada y me dio un paquete-. Nena, si la cosa se desmadra llámame y te iré a buscar, ¿de acuerdo? –Asentí y el besó mi frente-. Pásalo genial…

Me dirigí al coche y Jake encendió el motor mientras entraba. Me miró y asentí, me puse el cinturón y arrancamos. Jacob había apagado la radio, así que la encendí buscando alguna buena emisora. Jake resopló y metió una frecuencia que debía conocer bien. Sonó Alanis Morrisete, You Learn. La cambié de inmediato y Jake me miró asustado, pero negué. Decidí que era mejo

r ir a lo seguro, puse el CD que Emmett me había regalado. Pero Jake hizo algo extraño, apagó el CD y volvió a poner la misma canción, me miró y negó con la cabeza, como si quisiera que yo la escuchara. Miré por la ventanilla y lágrimas cayeron por mi rostro. Su mano se posó en mi rodilla, acariciándola con el dedo pulgar. Comencé a escuchar realmente la canción. (La 2º en el reproductor de musica del blog)


You live you learn
You love you learn
You cry you learn
You lose you learn
You

bleed you learn
You scream you learn

I recommend biting off more than you can chew to anyone
I certainly do
I recommend sticking your foot in your mouth at anytime
Feel free
Throw it down (the caution blocks you from the wind)
Hold it up (to the rays)
You wait and see wh

en the smoke clears

You live you learn
You love you learn
You cry you learn
You lose you learn
You bleed you learn
You scream you learn


Wear it out (like a three-year-old would do)
Melt it down (you’re gonna have to eventually anyway)
The fire trucks are coming up around the bend


You grieve you learn
You choke you learn
You laugh you learn
You choose you learn
You pray you learn
You ask you learn
You live you learn.


Tomó el desvío hacia su casa, le miré extraño y él parecía resentido. Bajó del coche y me sacó de allí, llevándome a la cocina de su casa. Le miré muy raro. Buscó algo en el frigorífico y sacó un trozo enorme de carne.

Mordió demasiado y arrancó, intentando comérselo pero casi se atraganta, aún así siguió masticando divertido y sonriendo. Lo comprendí y limpié las lágrimas que quedaban en mi rostro riendo. Me acercó el trozo de carne e hice lo mismo, mordí más de lo que podía masticar… como decía la canción. Fue una sensación extraña pero placentera. Me entró la risa y a él también, nos costó como dos minutos poder comer ese trozo de carne fría, pero acabamos riendo.

-¿Ahora me vas a pedir que ponga un pie en la boca? –levanté una ceja mientras me miraba divertido, como si se lo estuviera planteando-. ¿En serio?

-No sé… -comenzaba a temer por su cordura-. El caso es… que bueno, la quieres, pero no puedes pasarte la vida llorando a cada rec

uerdo suyo. ¿Antes de que muriera te hacían llorar? –Me quedé helada-. Sí, ha muerto. Pero por ello esos recuerdos no son tristes, siempre han sido alegres y deben seguir siéndolo. Aunque duelan porque no se van a poder repetir… -Un amargor subió por mi garganta haciéndome sollozar. Me abrazó fuerte y se sentó en una silla de la cocina, sentándome encima de él-. Vale, quizá el que debería haber metido el pie en la boca era yo… pero…

-No… -negué con la cabeza-. Tienes razón, pero aún así duelen…

-Lo sé, pero pasará, lo prometo…

Estuvimos por un corto tiempo en su cocina, después fui al baño y lavé mi cara. Él me miraba apoyado en la puerta, después intenté peinarme un poco y él me ayudó. Soltó mi pelo y lo acomodó. Una sonrisa extraña se dibujó en su cara, me pareció sexy y le miré raro. Se puso serio y apretó los labios, como intentando no dejar escapar una gran risotada. Me dejó descolocada.

-¿Está mejor suelto?

-Depende… -chascó su lengua y torció la cara, mirándome divertido-. Pero creo que por hoy será mejor que lo recojas…

-¿Por?

-Pues… -tragó saliva y lo pensó-. No quiero tener que pegarme la noche partiendo cabezas con Seth porque los chicos acosan a nuestra sobrina…

-¿Chicos? –Alcé la ceja, aunque lo de nuestra sobrina fue lo que más captó mi atención, hace años me llamaba así constantemente, pero últimamente sólo puntualmente-. Pensé que iba a ser una fiesta lobuna…

-Sí, bueno, la manada estará, pero también el instituto de la reserva y medio instituto de Forks…

-¿Qué? –rodó los ojos y asintió-. Sue va a matarle…

-No… Sue le consiente mucho… es lo que tiene ser el pequeño, el único varón de la familia y el único que no está imprimado –se calló de repente, como si no debiera haber dicho esto último. Se mordió el labio superior-. Será mejor que nos vayamos ya…

-Está bien…

Recogí mi pelo en una coleta alta mientras él sonreía y fuimos a casa de Seth. Cuando estábamos allí Darlene me llamó.

-¿Darlene?

-Nessie… -parecía triste-. ¿Dónde estás?

-En Forks… ¿Por?

-Vaya… quería hablar un poco… M

e ha llamado Kevin… ha estado hablando con Ryan y se va.

-¿Qué Kevin se va?

-No, Ryan se va. Se va a Nueva York, con su padre… dice que no puede seguir aquí… -hizo una pausa-. Sólo quería cerciorarme de que al menos tú te quedabas…

-Bueno, yo ahora estoy en Forks… pero… -me entristecí al imaginármela sola. Seth salió y me abrazó mientras hablaba-.

-¿Con quién hablas Nessie? –Seth estaba demasiado emotivo… Jake intentó agarrarlo-.

-Con Darlene…

-¿Darlene? ¡Dile que venga! –Pude oír las risas de Darlene-. Seguro que se lo pasa mejor en la fiesta del siglo del tito Seth… -me aferró por los hombros y cogió el móvil-. Hola preciosa, seguro que estás aburrida, ven con nosotros que lo pasarás mejor…

-Seth… está en Monroe…

-¡Vaya! Un poco lejos sí… pero puedes llegar… a las cinco de la mañana o así, creo que aún habrá un poco fiesta… -comenzó a reír como un loco-. Sí, sólo un poco…

-Seth… devuélveme el teléfono, es importante… -me dio el teléfono riendo-. ¿Dar?

-No me extraña que quieras ir a Fork

s… -no paraba de reír-. ¿Eso es una fiesta? Hasta yo oigo la música… ¡madre mía!

-Sí, bueno… son así… Seth es así…

-Dar, te esperamos… Nessie, me alegro de verte –besó mi mejilla, Jake se lo intentaba llevar-, pero un pedazo de pivón acaba de entrar, así que debo ir…

-Sí, ya veo… -dijo Dar riendo-.

-Sí, él es el mas joven… él y sus hormonas, claro… -las dos reímos, mientras veía cómo Jake agarraba a Seth que iba directo a por una morena-. Oye, en serio, mañana volveré por la tarde… quizá el lunes, depende cuánto se desmadre la fiesta…

-Está bien…

-En serio, me gustaría estar allí, o mejor, que estuvieras aquí… el próximo viaje vienes, ¿vale?

-Está bien… espera… Kevin llama a la puerta, así que al menos no pasaré el sábado sola… -me sentí mal por no haber pensado en ella-. Seguro que me arrastra a ver alguna de esas pelis de acción… pásalo bien, ¿vale?

-Igualmente. Te quiero Dar…

-Y yo Nessie, pásalo en grande. Le doy besos a Kevin de tu parte, ¿si?

-Exacto… un beso.

-¡Ciao!

Colgué y suspiré al mirar la pequeña casa de Sue convertido en la fiesta “del tito Seth”.